Que este es un año diferente es más que una obviedad. Los acontecimientos sobrevenidos los últimos meses nos han cambiado la vida de súbito sin que hayamos podido hacer más que intentar protegernos de esta pandemia que asola a toda la humanidad.

Es más que probable que esta noche ya muchos echen de menos el poder cantar la Salve a nuestra Patrona a las 12 de la noche y que el 16 de julio tengamos mariposas en el estómago aunque no salga nuestra Madre a las calles. También echaremos de menos el repiqueteo constante de las campanas de la Parroquia llamando a todos a rendir tributo y cantar gozosamente “Carmelita devotos venid al templo…”. Pero es lo que ha tocado. Y en estos momentos tan complicados debemos sacar lo mejor de cada uno de nosotros, de los cachoneros y cachoneras, lo que hemos venido demostrado en estos meses atrás: la valentía y el esfuerzo necesario para mantener el virus a raya en nuestro pueblo.

La Hermandad de Ntra. Sra. del Carmen y el Ayuntamiento han aunado esfuerzos para conseguir unir a los cachoneros en una celebración única en el más amplio sentido de la palabra, pero ésta se celebrará con la ayuda de todos los participantes cumpliendo estrictamente las medidas de seguridad que proclaman las autoridades sanitarias.

Lo celebraremos, lo viviremos, nos volveremos a encontrar en las calles con Ella y seguro que será especial. Tan especial como el hijo que hace un año que no ve a su Madre. Deberemos esperar, pero al final entre todos lo conseguiremos.

Estos días serán un sueño y un recuerdo en nuestros corazones y memoria para el resto de nuestras vidas, pero sabemos y tenemos el convencimiento de que llegaremos algún día a vivir de nuevo con normalidad, sin mascarillas, con abrazos, sin geles hidroalcolicos, con besos y sin distancias de seguridad. En nuestras manos está.

Para terminar, hacemos un llamamiento a toda la población a que siga extremando las precauciones, a que siga las recomendaciones y mandatos de las autoridades sanitarias y además ponemos especial atención en los jóvenes de Galaroza para que actúen con responsabilidad y que piensen en toda la población, en sus padres y abuelos y las personas más vulnerables al virus a la hora de organizar reuniones y fiestas que en estos momentos no están ni justificadas ni son necesarias.

¡Viva la Virgen del Carmen! ¡Viva la Madre de los Cachoneros! ¡Viva la Patrona de Galaroza!